Enseñanzar online, al borde de un ataque de nervios

En qué se diferencian (y asemejan) nuestros cerebros de un ...


El lunes 24 comenzamos con nuestros alumnos de ciclo formativo nuestra experiencia on-line. Nos aconsejaron que no nos agobiaremos y que lo hiciéramos progresivamente Pero el primer día, mis pensamientos me decían: "¿Ahora qué voy hacer? No sé si seré capaz de llevar  los cuatro grupos a la vez, ¡socorro!. Me sentí desbordada, el pulso acelerado, vino el pensamiento negativo, etc... Fue entonces cuando me di cuenta que tenia que "arar.

Empecé a organizar primero los cuatro grupos, copiar y pegar de la hoja excel de todos los alumnos. (el único inconveniente fue que algunos no escribieron bien el e-mail y había que comprobar el correcto).

Seguidamente, hubo que informar a los alumnos de las tareas y actividad que podían encontrar en la programación semanal que todos los profesores habían colgado en la página web de la escuela. Por otra parte, invité a todos mis alumnos a que crearan una cuenta de Telegram para poder chatear para resolver posibles dudas. Por otra parte, tuve que crear carpetas en Google Drive para clasificar las entregas de cada curso.

Entonces empecé a recibir multitud de correos con cuestionarios, casos prácticos, presentaciones (además de correos de otros profesores que no son de mi materia) que no correspondían con la fecha de entrega que se estableció en la programación.
Resultado de imagen de e-mail y telegram
¡Pensaba que me daba algo al ver el pestañeo continuo de dudas del Gmail y del Telegram! "¿A quién contesto primero?"


Esta es la parte donde los alumnos empiezan a informarme que están agobiados y que tienen muchas actividades que presentar. Y aquí es donde les informo, tanto por telegram y e-mail, que tienen que calmarse, que la programación la hemos hecho precisamente para que puedan organizar día a día sus actividades.

A mitad de la semana, parece que ya estamos tanto alumnos como profesores más calmados (aunque algún alumno que otro insiste en hacerlo todo en un día), tenemos que parar y escuchar para poder atender lo que nos están pidiendo.


Estamos en una situación delicada, somos conscientes de los problemas que algunos pueden tener en casa (como por ejemplo de no disponer de portátil, Internet, etc.). Por este motivo seremos más flexibles e iremos día a día, es importante que en estos momentos seamos más solidarios y nos ayudemos mutuamente apoyándonos a diario.


Para mi esta experiencia ha supuesto un aprendizaje no sólo en el dominio de las TIC, sino una superación a nivel emocional, ya que el no tener contacto directo con el alumnado, exige otro tipo de estrategias didácticas y la paciencia que comporta su aprendizaje.
Para finalizar os dejo cosas que os puedan interesar:


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"La imaginación es la mitad de la enfermedad.
 La tranquilidad es la mitad del remedio.
 Y la paciencia es el primer paso hacia la cura "

Poeta Avicena, un médico y filósofo árabe

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